15/8/24
COMO CONVENCER A TUS PADRES PARA TENER UN PERRO
¿Quieres tener un perro como mascota, pero temes que tus padres no acepten tu decisión?
Estás ante un conflicto, de modo que el primer paso es entender cómo resolverlo.
Quiero tener un perro pero mis padres no quieren ¿Cómo resolver el problema?
- Trata de entender lo que sientes tú y lo que sienten tus padres.
- Piensa una estrategia para calmar los ánimos tuyos y de tus padres.
- Encuentra una manera de expresar tus sentimientos y necesidades.
- Trata de escuchar sus argumentos y reflexiona al respecto.
- Anota en una hoja todas las soluciones que te lleguen a la cabeza.
- Elige tres de ellas, considerando que supones son efectivas.
- Realiza un diagnóstico.
¿Qué es un diagnóstico?
Cuando estás enfermo, acudes al médico y él te pregunta qué síntomas tienes. Puede ser tos, dolor de garganta o de cabeza, náuseas, entre otros. Gracias a esa información, el doctor tratará de evaluar qué enfermedad es posible que padezcas. Sin embargo, lo más importante es que establecerá un tratamiento para que recuperes la salud.
En este caso ocurre lo mismo: debes investigar qué síntomas prevalecen respecto de tu objetivo de comprar una mascota, específicamente un perro, además de elaborar un plan que te permita lograr ese objetivo.
Anota cada una de las necesidades que supones que, en tu caso específico, enfrentarás al tener una mascota. Ahora, anota qué podrían opinar tus padres cuando se nieguen y, en tercer lugar, cómo solucionarías ese problema.
Una vez realizado el diagnóstico, trata de establecer un plan de acción. Recuerda que esto es como tomar una fotografía: congela el instante exacto dentro de tu plan.
También debes investigar todo lo relacionado con los perros, los diferentes tipos, sus necesidades, el coste de sus alimentos y accesorios, etc.
Además de los métodos de obtenerlo, ya que un perrito puede comprarse, adoptarse en un refugio o incluso rescatar a uno de la calle.
El siguiente paso es pasar de la imaginación a los hechos.
Simulacro
Nuestra sugerencia es que primero intentes con un objeto inanimado. Puedes recortar una fotografía de un perro tal como te gustaría tenerlo y pegarla en una cartulina. También puedes usar un peluche o un juguete de plástico. Lo importante es que eso sea tu mascota virtual, imaginaria todavía, pero ya reflejada en un objeto.
Desarrolla un plan para "mantener a tu mascota", anota todo lo que necesitará, dale un nombre, determina cómo obtendrás su alimento, en qué parte de la casa tendría su espacio para dormir y comer, cómo ayudarás a cubrir los gastos de mantenimiento y, lo más importante, asignar un calendario para todas esas actividades.
Recuerda que debes pasear a tu perro. Anota una rutina al respecto. Pueden ser paseos cortos, al menos una vez durante el día, ya sea por la mañana o la tarde. También puedes incluirlo en las actividades familiares que hagáis durante este tiempo de simulacro.
Recuerda que, aunque tu mascota esté representada por una fotografía, un muñeco o juguete, deberás actuar como si fuese real. De ese modo, podrás evaluar si tienes la suficiente madurez para asumir la responsabilidad de tener un perro de verdad.
Es igual de importante considerar la higiene que necesitarás en torno a tu mascota, pues se trata de un ser vivo y necesitará orinar y defecar en algún sitio. Incluso, es muy probable que esa parte del cuidado sea la más complicada para ti, pues deberás enseñarle cómo hacerlo correctamente.
También considera el hecho de que deberás cepillarlo y bañarlo de manera regular, o lograr que el acicalado se realice de manera profesional, pagando a un especialista en mascotas.
Si no te agrada la idea, es probable que aún no te encuentres preparado para tener un perro, pero, si demuestras tener ese asunto bajo control, tendrás puntos a tu favor.
Plazo de prueba
No hay un periodo exacto para saber si has logrado convencerte de ser capaz de atender a un perrito. Sin embargo, un periodo de tres meses parece ser suficiente en la mayoría de los casos.
El siguiente paso es crucial: hasta ahora se trató de simular tener una mascota. Ahora, el reto es repetir todo lo que has hecho hasta este momento... ¡con un perro de verdad!
Para ello, puedes ofrecerte a ayudar a un refugio de animales, en el centro de atención canina de tu comunidad o a algún vecino o familiar que ya tenga un perrito.
Tu labor como voluntario tiene la finalidad de convencerte a ti -y a la vez a tus padres-, de que, en realidad, has logrado superar todos los obstáculos que podrían poner para negarse a cumplir tu deseo de tener una mascota.
Recuerda que, si en cualquier momento sientes que no es el momento adecuado para asumir la responsabilidad, podrás regresar a tu plan cuando las condiciones sean más favorables o incluso abandonar el plan inicial y probar con otras opciones.
Solo recuerda seguir el mismo procedimiento, paso por paso. La idea es que decidas tú mismo el momento preciso, con el animalito que mejor se adapte a tus posibilidades.
Como nota final, siguiendo el ejemplo del médico, tu futura mascota también necesitará de un veterinario, una cartilla de vacunación y un plan para atenderlo en caso necesario. Recuerda agregar este y cualquier otro aspecto que personalmente consideres que necesitará tu perrito.
El paso final es obvio, ya demostraste a tus padres que tienes el conocimiento necesario. Además, has propuesto los medios para cuidar de manera cotidiana a un perrito, dado que asumes la responsabilidad de velar por su salud, su alimentación y, en general, todos los aspectos relacionados con la posesión de un animal bajo tu cuidado.
De cualquier modo, trata de redactar una petición a prueba de negativas. Imagina la posibilidad de que aún exista alguna objeción que podrían tener tus papás y anticipa qué es lo que responderás.
Recuerda que el punto clave es ofrecer opciones y responder positivamente, aún en el caso de que no te permitan en ese momento tenerlo. Repasa la lista de cómo solucionar un problema y repite el proceso, con la intención de mejorar en cada ocasión.